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lunes, 14 de octubre de 2019

Chorizos santarrosanos

Ingredientes

  • 2 libras (907 gramos) de carne de cerdo picado en trocitos pequeños (no molida)
  • ½ de libra (227 gramos) de tocino de cerdo sin el cuero, picado en trocitos pequeños (no molida)
  • 1 cucharada de sal de nitro (salami nitrite curing salt)
  • 2 cucharadas de pasta de ajo o ajo en polvo
  • 4 tallos de cebolla verde finamente picada
  • 1 cucharadita de comino en polvo
  • 1 cucharadita de pimienta negra en polvo
  • 1 cucharada de achiote o cúrcuma (turmeric)
  • 3 cucharadas de aceite
  • Tripas de cerdo remojadas en agua-limón
  • Hilo para amarrar
  • 5 cucharadas de comino en semilla para ahumar los chorizos (opcional)

Preparación

  1. Lave bien la tripa con abundante agua y amarre una de las puntas con el hilo.
  2. En un recipiente no metálico agregue todos los ingredientes (excepto el comino en semilla).
  3. Revuelva bien hasta que le quede una mezcla homogénea.
  4. Empiece a rellenar en forma manual ayudándose de un embudo de boca ancha o una botella plástica cortada por la mitad. Deje los chorizos un poco sueltos ya que al cocinar se contrae la tripa.
  5. Amarre cada 10 o 12 centímetros y además las puntas con hilo para que no se desbarate.
  6. Luego déjelos colgados al aire libre para que sequen un poco.
  7. Para ahumarlos (opcional): En una bandeja cubierta con papel aluminio colocar las semillas de comino y encima poner una parilla dejando espacio entre el fondo y la parrilla. Colocar los chorizos encima de la parrilla y colocar al fogón para que doren los cominos por 3 a 5 minutos y les dé un sabor de ahumado a los chorizos.
  8. Se retira del fuego la bandeja y se tapan con más papel aluminio y se dejan allí por 30 minutos. Luego se cuelgan al aire libre o se colocan en un recipiente no metálico dentro de la nevera sin taparlos.

Nota

  • Cocinar los chorizos en agua o cerveza por 15 a 20 minutos y/o colóquelos en parrilla del asador directamente y acompáñelos con arepa, papa o pan.

Reseña historica sobre el Chorizo Santarrosano (Santa Rosa de Cabal)

Luego de la cacería, en la prehistoria, el hombre aprendió a conservar mejor su presa dejándola secar al sol lo que la deshidrataba. Con el descubrimiento del fuego, aprendieron a utilizar el humo y el calor para la mejor conservación de ésta. Este sabio principio funcionó para desarrollar la magistral fórmula del chorizo que se picaba grueso, se salaba con sangre y se ahumaba para que durara los inviernos. No he podido establecer exactamente desde cuando el hombre empezó a elaborar embutidos pero en algunas obras literarias antiguas, se menciona y evidencia su consumo. En la Odisea por ejemplo, se nombra “la tripa rellena con sangre y grasa, la cual podía asarse al fuego”. Asumiríamos que esto ya era un buen intento de chorizo.
El chorizo fue el primero de los aperitivos servidos como tapas en Andalucía. En un anónimo castellano del siglo XVI titulado Manual de mugeres en el qual se contienen muchas y diversas recetas muy buenas se detalla la "Receta para hacer chorizos": …”Carne de puerco magra y gorda picada, harina muy cernida, ajos mondados, clavos molidos, vino blanco, sal la que fuere menester. Amasarlo todo con el vino y después de masado, dejarlo en un vaso cubierto un día natural. Y después henchir las tripas de vaca o puerco, cual quisiéredes, de esta masa y ponerlas a secar al humo”.
Hay una anécdota que se menciona en libros de culinaria española en la que a finales del siglo XVIII el rey se encontraba de cacería cuando se encontró con el choricero del lugar (denominado Tío Rico o el choricero de Candelario) y éste le ofreció a Carlos IV un chorizo que portaba en sus alforjas. Al monarca le gustó tanto que lo nombró proveedor de la casa Real. Este suceso quedó retratado en el tapiz "El choricero José Rico, de Candelario".Por la misma época en que los españoles conquistaron nuestras tierras, el chorizo ahumado conquistó nuestro gusto. El chorizo es un embutido originario y típico de la península ibérica; se desconoce el origen de la palabra pero parece que viniera del latín salcicium. Los españoles colonizaron en nuestras costumbres la longaniza, la butifarra, el salchichón y por supuesto el chorizo.
Desde entonces este señor manjar hace parte del fiambre que acompañó a nuestros campesinos, bien guardado en sus carrieles junto con el resto de equipaje. Era fácil de encontrar por su olor y a pesar de las largas jornadas de viaje, este duraba más que las otras viandas ya que estaba bien conservado por el ahumado y por la sal que le mezclaban. En su primer viaje espacial en 1988, el astronauta Pedro Duque se llevó en su equipaje un chorizo de León. Esto demuestra que tan lejos ha llegado el chorizo. España es la patria del chorizo y los chorizos de León tienen su especial encanto.
El protagonista de esta historia, fue traído a nuestras tierras desde Antioquia, hizo varias escalas, hasta que llegó a Santa Rosa de Cabal, la ciudad de las Araucarias, de los hueveros, de gente verraca y echada para adelante.La tradición del chorizo en una receta familiar ha pasado de generación en generación. La receta tiene sus variaciones y truquitos propios.
Desde viejos tiempos, se vienen ensayando diferentes formas de prepararlos. Algunos como los de León están elaborados con carne magra y tocino de cerdo, adobada con pimentón picante y agridulce, sal, ajo y orégano. Tras macerar los ingredientes, la chacina se embute, normalmente en tripa delgada, luego se ahúma con leña de roble o encina y se orea al frío para su curación. Es de aclarar que el pimentón inicialmente no hizo parte de esta magistral fórmula. El pimentón fue llevado por los españoles desde América y lo incorporaron a sus recetas sin escapar el chorizo. En España, para que un embutido sea llamado chorizo, ha de llevar necesariamente pimentón y ajo; esto lo diferencia del chorizo de otros países.
Las diferencias entre los chorizos estriban en el troceado de las carnes y el tipo de condimentos empleados. El ahumado también tiene su chiste; de tres a cinco horas a la sombra, con leña de roble o encina, oreados al frío, con leña de café, al sol o a la sombra, guadua pintona, palo de café, nogal de montaña, en fin, cada costumbre tiene su razón muy bien sustentada por los veteranos en estas lidias que generalmente son las mamás, abuelas, bisabuelas, etc., etc., etc.
Algunos chorizos varían su color por los ingredientes por ejemplo todo chorizo español es rojo gracias al pimentón. Antes del descubrimiento y que los españoles llevaran el pimentón a Europa, los embutidos eran blanquecinos o negros si llevaban sangre. Quevedo habla de negros chorizos en 1624 lo que relega a finales del siglo XVI la época en la que el chorizo se pone rojo.
La elaboración artesanal es importante conservarla para que este arte culinario no se traduzca en una salchicha. Debe seguir siendo un Chorizo y conservar sus características que son las que han hecho que el chorizo Santarrosano se posicione en el paladar de los Colombianos y turistas extranjeros.
Existen diferentes formas de presentar y consumir el chorizo; en tapas, bien sea cortado en rodajas, frío o caliente; cocidos; macarrones con chorizo; en preparaciones con verduras, tal y como sofritos; con algunos arroces (arroz al horno); incluido en el pan y con diversos alimentos, tales como huevos fritos.En todos los escenarios el chorizo se posiciona, se apoltrona y nadie se resiste a comerse un chorizo con acompañante o sin él, en la mano o en bandeja, con aguade panela o con vino.
En fin, el chorizo vino y se quedó en Santa Rosa de Cabal fundada por Fermín López en 1844. Nuestra querida Ciudad de las Araucarias. Donde las aguas termales curan los males y el chorizo se convierte en la ambrosía que todos buscan para afinar el gusto y llevar a los que se quedaron en casa.


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